Existe una opinión generalizada coincidente entre las firmas consultoras encuestadas, al afirmar que el empresario de la Comunidad Valenciana tiene conciencia clara del fenómeno de la globalización de los mercados pero, en la mayoría de los casos, no está sabiendo o pudiendo adoptar estrategias adaptativas a la altura de los nuevos retos.

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“Cada vez hay mayor conciencia del fenómeno, pero poca implantación fuera por el tamaño relativo de las compañías”, que es demasiado pequeño según explica Artemio Milla. La larga tradición exportadora de la empresa de la Comunidad es una realidad, “pero sin foco estratégico”. Sergio Gordillo completa la idea añadiendo, además, que “en la medida en que empiece a recuperarse la demanda interna, no puede descartarse que perdamos impulso en el proceso iniciado de internacionalización de las compañías”.

Gonzalo Boronat afirma, con relación al tema, que “el empresario de la Comunitat es muy consciente de lo que representa el fenómeno de la globalización, pero no actúa en consecuencia; se lamenta. Por ejemplo, para desplegar una estrategia adecuada respecto a la globalización es preciso disponer de los recursos humanos adecuados y eso, en estos momentos, es una restricción importante”.

Roberto Martínez, por su parte, coincide con las opiniones expresadas respecto a que el tejido empresarial valenciano es consciente de la nueva realidad, pero para abordarla con perspectivas de éxito “seguimos con carencias en cualificación técnica, en medios y recursos disponibles, falta conocimiento en profundidad de los mercados-objetivo y, en tales circunstancias, es difícil lograr proyectos de internacionalización con garantías de éxito”.

Algo más optimista se presenta Ignacio Cort, quien afirma que “la internacionalización de la empresa valenciana se está acelerando de forma intensa en los últimos años, pues se está ganando competitividad no solo por razón de los menores costes, sino también por especialización sectorial y por ofrecer un mix adecuado calidad/servicio”.

En relación con esto, no pocas de las consultoras encuestadas practican con el ejemplo la apuesta por la internacionalización y de diferente forma. Altair ha participado activamente en el proceso de toma de participación de dominio en el grupo Keraben por parte de un fondo de inversión norteamericano, “y estamos en varias operaciones más pendientes de concretar”. No se plantean operar en los mercados exteriores: “Vamos a seguir como consultora local, personal y con cercanía total al cliente”, asegura Milla.

Desde LeanSis “acompañamos a los clientes en su recorrido internacional, pero estamos centrados en el mercado español. A partir de 2016 abordaremos la implantación en Latinoamérica”. Ifedes lleva seis años “con oficinas operativas en Reino Unido, EE. UU., Perú y Chile. Vamos a segur en esa línea”. CPL ha acompañado a sus clientes en operaciones realizadas en “Rumanía, Hungría, Eslovaquia, Italia, Francia y Marruecos”.

Por su parte, Inmerco Marketing, Improven, Iberaudit Kreston, GB Consultores y Solvem participan, de una u otra forma, en diferentes redes internacionales de despachos de consultoría y otros servicios profesionales, implantados tanto en la Unión Europea como en Latinoamérica.