Javier García, director general de Gedesco

Para Javier García, director general de Gedesco -empresa especializada en la financiación de circulante a empresas y autónomos, con 22 delegaciones en España- “dentro del shadow banking se engloban múltiples actividades y no todas ellas suponen un riesgo para el consumidor. Muchas de ellas, como es nuestro caso, son iniciativas privadas en las que, el dinero que se pone en circulación, pertenece a accionistas que deciden prestar su dinero al sector empresarial. En este caso no se debe regular algo si no es necesario y que podría suponer un freno a la iniciativa privada que tan necesaria es en este momento”.

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“Cuando se trate de iniciativas de shadow banking que afecten a personas físicas, que capten sus ahorros o inversiones, sí que es necesaria una regulación que considere la protección de estas personas; sobre todo, cuando se trate de productos complejos. Los consumidores tienen que saber en todo momento qué están firmando, qué se va a hacer con su dinero y cómo pueden recuperarlo», añade Javier García. 

«Es necesario para evitar posibles situaciones recientes, que a todos nos vienen a la cabeza. Hay que regular cuando estén en juego los intereses de los usuarios particulares, sobre todo en productos de inversión y de pasivo en los que se capten ahorros de particulares”.

Como empresa que desde hace 13 años está realizando actividades de «shadow banking», Javier García considera que Gedesco “efectivamente es una alternativa real, si consideramos como shadow banking todo aquello que se sale del canal bancario. Es imprescindible que las empresas diversifiquen sus fuentes de financiación».

«Ha quedado sobradamente demostrado -asegura- que no pueden depender únicamente del canal bancario, porque cuando este se estrecha por motivos externos a las empresas, como ha sucedido recientemente por factores de regulación bancaria, fusiones, factores geopolíticos, decisiones estratégicas como la salida de un banco de un país, etc., las empresas pueden encontrarse sin acceso a financiación y ver mermada así su capacidad de crecimiento e incluso su propia continuidad».

Así pues, concluye Javier García, «consideramos que Gedesco es una alternativa real tanto para aquellas empresas a las que no llega el crédito, como para aquellas que, aun teniéndolo, deben reflexionar sobre cómo garantizarse nuevos canales complementarios”.