Los campings del Grupo Marjal promueven la campaña “No te escondas por ser libre”, creada el año pasado con el objetivo de “dignificar la percepción del mundo del camping en nuestro país y conseguir cambiar la opinión de la sociedad española sobre este tipo de vacaciones”, según explica Sergio Gómez.

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“No es fácil cambiar la visión que suele tener la sociedad” en relación a los campings, asegura el director de Turismo del Grupo Marjal; por eso la compañía apostó por realizar una original campaña que pretende reflejar el valor y orgullo de ser campista, considerando el mundo del camping como una elección personal para el disfrute del tiempo libre que no está reñida con la exigencia de calidad. La campaña es un vídeo basado en la historia de un personaje llamado Antonio que cuenta, a través de su experiencia personal, las ventajas y beneficios de ser campista a través de la óptica Marjal.

Resulta singular el hecho de que Marjal Campings & Resorts encargara el desarrollo de la campaña a una agencia que incluye entre su personal a varios creativos con discapacidad intelectual. Los resultados del vídeo demuestran que se trata de profesionales totalmente válidos para desarrollar este tipo de trabajos, sin limitaciones, con gran capacidad para la innovación y una visión original y muy creativa, muy adecuada a las características de su profesión.

Sergio Gómez, responsable del área de Turismo de Grupo Marjal, dice: “La campaña online www.notescondasporserlibre.com muestra el alto compromiso social de ambas empresas alicantinas, las cuales han unido sinergias y experiencias para el desarrollo de esta original e innovadora campaña sobre el sector camping”.

La presencia online es muy importante para el negocio, pues si la contratación por esa vía se halla muy extendida en el sector turístico en general, lo está más aún si cabe en el mundo de los campistas, gentes muy proclives a compartir vivencias creando foros y blogs en los que los establecimientos visitados son permanentemente sometidos a examen por una clientela que, no por ser más informal e independiente en sus costumbres y modo de vida, es menos exigente con la calidad de los servicios e instalaciones que paga.