En cuanto a la crisis actual, “Juan Comenius no está sufriendo falta de alumnado porque nuestros precios son muy bajos. Los padres no pagan cuotas fijas salvo el comedor o las actividades extraescolares. Somos una empresa muy saneada, no debemos nada y, de momento, nos mantenemos con nuestros recursos a pesar de que la Conselleria de Educación nos adeuda ocho meses de funcionamiento y estamos en el Plan de Proveedores del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA)”, expecifica Laura Albelda.

[mepr-rule id=»598″ ifallowed=»show»]En su opinión, la prudencia ha sido la que ha influido en la buena situación económica de la cooperativa. “Contábamos, con nuestro capital social y junto con las aportaciones que hacen los socios teníamos un remanente que habíamos pensado reinvertir en la ampliación del centro y en conseguir que algunas aulas que no tienen un concierto definitivo y que debemos renovar todos los años lo tengan definitivamente. Nuestra idea era comenzar las obras, pero nuestros asesores nos aconsejaron parar estos planes hasta que la situación económica cambie”.

Por otra parte, la crisis no ha afectado a los recursos humanos de Juan Comenius que, desde su puesta en marcha, ha crecido tanto el número de socios como el de trabajadores contratados. “Mientras la Conselleria de Educación nos mantenga los conciertos no tenemos por qué reducir la plantilla. Al contrario, con el paso de los años no hemos parado de crecer en este aspecto”, recalca Laura Albelda.

En lo que se refiere a la organización de la cooperativa, esta cuenta con un Consejo Rector, integrado por nueve personas que se encargan de la gestión económica y administrativa y de un consejo de Dirección Pedagógica dividido en tres secciones: Infantil y Primaria, Secundaria y Bachiller y ciclos formativos.

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