Mañana se presenta el libro «La gran olvidada. Postales desde La Albufereta» de Alicante

Mañana se presenta el libro «La gran olvidada. Postales desde La Albufereta» de Alicante

La historia de Alicante está, en gran medida, condicionada por sus barrios. La Albufereta es una zona de entreplayas que vivió su gran esplendor en los años 70 y que ahora está plenamente en la ciudad. El periodista y escritor Martín Sanz presenta mañana el libro «La gran olvidada, Postales desde La Albufereta» para recuperar la memoria viva de la evolución de este rincón tan alicantino como olvidado. Con un formato apaisado que imita aquellas estampas gráficas, el autor viaja por la historia arquitectónica y vivencial por una causa benéfica. Toda la recaudación irá destinada a la AFA Alicante, Asociación de Alzheimer de Alicante. 

Si uno quiere recorrer el litoral de la ciudad de Alicante desde el puerto hacia el norte, podrá aprender mucho de cómo y en qué formas ha crecido esta urbe. Las  primeras torres de apartamentos fueron una provocación de los años 60 y se construyeron en La Albufereta. Esta pequeña bahía que luego se abre al Cabo de las Huertas, vivió su esplendor durante esa década de apertura que alcanzó su cumbre en los 70. Tan altos y acampanados como los pantalones, este rincón costero emergió con una identidad propia que ahora Martín Sanz recupera para la memoria colectiva.

Tras años de recopilación de documentos y fotos, el periodista describe sobre postales imaginarias la transformación y evolución de una zona marcada por ser punto de atracción cultural. «Mis principales fuentes han sido orales. Destacaría y agradecería toda la información que me han trasladado personas como Isidro Buades -cronista de San Juan- o la que me han facilitado Mariano Sánchez Soler, Pedro Nuño, Gerardo Muñoz o Justo Oliva, entre otras personas«. En su recorrido de medio siglo, Sanz reconoce que «todos conocemos la riqueza arqueológica de La Albufereta«, en referencia al Tossal de Manises (Lucentum) y otros vestigios; sin embargo, este trabajo le proporcionó sorpresa como el hecho de descubrir «el asentamiento de gente ligada a la cultura». El autor cita  ejemplos como  el historiador Vicente Ramos o el pintor Pancho Cosío, 

No obstante, una de las protagonistas del libro es la arquitectura. El edificio  Vistahermosa, conocido como el Barco, los apartamentos de La Chicharra o las Torres de García Solera forman hoy parte del guía Docomomo, editada por la fundación internacional del mismo nombre y que se dedica a inventariar, divulgar y proteger el patrimonio arquitectónico del Movimiento Moderno. De esta manera, Sanz intenta también conciliar el rechazo por las macro estructuras que tiempo atrás se dio y, actualmente, superado.

La propuesta gráfica tiene tintes experienciales que, como no, también recrean esa etapa convulsa. La crónica negra de La Albufereta está también ligada a su declive como el escritor asegura. «Se pasó en los años 80 de contar con los clubes de alterne de más nivel, donde se cerraban y celebraban negocios a la etapa de drogas», describe Sanz. En cualquier caso, no era un momento diferente a lo que pasaba en otros barrios de Alicante y de España; pero esa prudencial distancia con el centro urbano, la convirtió en la «gran olvidada«.

Desconectada casi hasta finales del siglo pasado, el cambio del tren de cercanías por el tranvía transformó la escena urbana. El boom hace desaparecer el gran cine de verano y entran en juego, de nuevo las torres de apartamentos; sin embargo, ya alejadas del carácter de la etapa inicial. Mañana, viernes, esa visión emotiva se presentará en la Asociación de Comunidades y Vecinos de la Albufereta «Playa Blanca», situada en la calle Colonia Romana 27 a las 20 horas.

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