¿Para qué necesito un consultor?

¿Para qué necesito un consultor?

Socia de Consultoría  Iberaudit Kreston Valencia

La información es poder y para hacer un buen uso de la misma esta debe ser fiPortada junio-val-2016.inddable y lo más amplia posible. Las pymes suelen carecer de información por el escaso uso que hacen de ella, balances, cuentas de resultados y memoria, son para las pymes trámites administrativos. Sin embargo, los estados financieros son la fuente de información más potente que tiene una empresa. Una buena interpretación de los datos permite anticipar problemas y diseñar estrategias de gestión, y para ello, es vital la figura del consultor.

Dentro del amplio abanico de servicios que puede aportar un consultor en una empresa destacaríamos como más operativos y por tanto con mayor valor añadido los siguientes:
– Diagnóstico económico-financiero
¿Voy a poder cubrir mis obligaciones de pago a corto plazo? ¿Mi estructura de pagos está acorde con mis posibilidades de cobro? ¿Vendo con margen suficiente para cubrir mis costes de estructura? ¿Qué parte de mis resultados son recurrentes y cuáles no se volverán a repetir? ¿Es mejor pedir un crédito o aporto más capital a mi negocio? Todas estas preguntas y muchas más se pueden responder de manera periódica con información financiera fiable y recurrente.

– Contabilidad analítica
¿Qué productos son los más rentables? ¿Qué porcentaje del total de costes de producción representan? ¿Y de costes de estructura?
La contabilidad analítica, nos permite analizar la rentabilidad global de la empresa con una segmentación de cada una de las líneas que conforman el negocio. Podemos distinguir según un criterio geográfico, familias de producto, líneas de producción y cuantas clasificaciones se consideren más adecuadas a la hora de medir los rendimientos y optimizar los recursos.

– Presupuestos
Las pymes deben planificar a corto, medio y largo plazo para alcanzar los objetivos propuestos. El camino y la estrategia a seguir para alcanzarlos siempre son susceptibles de calendarización y presupuestación (trimestral, semestral, anual…). Según dichos objetivos, las pymes irán comparando los resultados obtenidos con los propuestos, estudiando la magnitud de las desviaciones y los motivos que han originado las mejoras o por el contrario han dificultado la consecución de los mismos.

– Valoración de stock: escandallo de costes
¿Cuánto nos cuesta producir? ¿Conocemos los costes de todas las fases de nuestro proceso productivo? ¿Imputamos correctamente los costes? La base de nuestra rentabilidad es la medición de nuestros costes productivos, debemos poder determinar márgenes suficientes pero además sin olvidar factores detractores de márgenes tales como reprocesos y mermas, es decir, qué parte de nuestro margen de producción desaparece con los reprocesos y cuál es la magnitud en términos de pérdidas que suponen nuestras mermas.

– Tesorería: seguimiento y presupuestación.
Actualmente las entidades de crédito son muy selectivas a la hora de conceder financiación, por lo que exigen a las pymes un rigor financiero a la hora de gestionar sus cobros y pagos. Cada vez que hacemos o nos hacen un pedido y registramos una factura estamos incurriendo en una obligación de pago o generando un derecho de cobro, cada vez que contratamos a un trabajador incurrimos en obligaciones diversas de pago con una fecha prestablecida. Es decir, cada vez que a abrimos la persiana movemos nuestras cuentas bancarias con pagos y cobros, pero…, ¿puedo ejercer un control sobre las mismas? ¿Puedo predecir el saldo de mis cuentas con un mes de antelación? La respuesta es sí, de nuevo con información podemos calendarizar nuestros cobros y pagos y conocer nuestras necesidades de financiación a corto plazo, gestionar nuestras obligaciones con proveedores y acreedores sin necesidad de incurrir en impagos o demoras y, en su caso, rentabilizar puntas de tesorería con instrumentos financieros adecuados.

– Manual de prevención de Riesgos Penales, “compliance”.
Desde el pasado mes de julio, las empresas podrán ser penalmente responsables de los delitos cometidos en su nombre o por cuenta de ellas por personas con autorización en la empresa para decidir (administradores y directivos). La empresa puede ser penalmente responsable si los delitos se han realizado por incumplimiento por parte de los mismos de los deberes de supervisión, vigilancia y control de su actividad.

Las sanciones aplicables pueden ser: sanción económica, intervención judicial, inhabilitación para contratar con la Administración, cierre de locales, suspensión de actividad incluso liquidación de la sociedad.

La relación de delitos abarca blanqueo de capitales, corrupción entre particulares, estafas, fraudes, revelación de secretos y daños contra la propiedad industrial e intelectual, entre otros.

Es requisito para la exención/atenuación de responsabilidad la acreditación de un modelo de prevención y control interno que permita reducir el riesgo de cometer los delitos (Art. 31 bis). Dicho modelo de prevención debe ser personalizado por lo que requiere un conocimiento previo de cada sociedad y de las actividades que desarrolla, para poder identificar los riesgos específicos de cada una y adecuar los controles internos a los riesgos penales en los que realmente se puede incurrir en cada caso.

En este sentido, el consultor puede ser una herramienta muy útil a la hora de definir el Modelo de Prevención de las Pymes, colaborando con la sociedad en la definición, implementación y comunicación de todos los controles, independientemente del tamaño de la empresa. La compañía dispondrá así de un manual de procedimientos integral (administrativo, operativo y legal) que le sirve para aportar profesionalidad, orden y rigor en el día a día evitando además riesgos penales tal y como exige la nueva normativa.

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