¿Cómo enfocar la empresa hacia el éxito?

¿Cómo enfocar la empresa hacia el éxito?

Socio Director LeanSis Productividad

2016-abril-OPI-Leansis-Fernando-HermenegildoDespués de la que ha caído, ¿es el momento de replantearse el futuro de la empresa? ¿Cómo tomar el mando y abordar los retos de una manera fiable? ¿Es el momento de replantearse no solo la estrategia, sino cómo llevarla a cabo?

Hoy en día, con unos niveles de incertidumbre todavía muy grandes, con una situación política en nuestro país que no ayuda para nada, con unos crecimientos todavía bajos, estas preguntas se plantean en las cabezas pensantes de los gestores de la mayoría de las empresas, sean del tamaño que sean. La respuesta a todas estas preguntas es la misma: cuanto antes mejor.

Es cierto que con el viento de popa las cosas son mucho más fáciles. Retomar el optimismo en la empresa (espíritu kaizen) y la implicación de todos los trabajadores es mucho más sencillo cuando el escenario es de crecimiento, sin duda.

Pero si estamos de acuerdo en que es el momento adecuado, las preguntas que nos debemos hacer son: ¿cómo asegurar que todos remamos en la dirección adecuada? ¿Cómo abordar esos cambios en la gestión para ser más eficientes? ¿Cómo navegar siguiendo el camino marcado y asegurarnos de que rectificamos cuando perdemos el rumbo? Y lo más importante, ¿cómo asegurar que la empresa aprende continuamente en ese camino?

Dos son las claves principales para conseguirlo. La primera es la definición de una estrategia clara a medio plazo y desplegada a todos los niveles de la empresa. La segunda es la creación de un Sistema de Mejora Continua, que nos asegure que las acciones que realizamos en el corto y muy corto plazo están encaminadas a cumplir con dicha estrategia.

La estrategia debe ser entendida como la formulación del mejor escenario posible para nuestra empresa en un horizonte de 3 a 5 años. Es verdad que hoy, instalados en una incertidumbre como la actual, un escenario a 3 años puede ser más que suficiente.
Una estrategia de producto y de mercado que sea coherente. Una estrategia de procesos internos que nos hará posible llegar a esos objetivos. Y una estrategia de todos los recursos en la empresa que sea viable. Pero lo más importante de todo es que esa estrategia se lleve a cabo, razón por la cual fallan más de 80 % de las grandes estrategias que se formulan.

Es clave realizar una comunicación inicial a todos los empleados, para exponer la estrategia. Asimismo, una formación inicial en el sistema de mejora a los directivos y mandos intermedios de las primeras áreas a abordar, hará que los pasos siguientes sean más fáciles.

De abajo arriba. Primero probar y después validar
Históricamente, las estrategias han sido impulsadas desde la Dirección sin contar con las personas que en definitiva ejecutan los procesos. Cuando preguntabas a una persona en la empresa cuál era su papel dentro de la estrategia, muchas veces respondía con una cara de póquer y los hombros encogidos o casi dislocados. Empecemos siempre el edificio desde abajo, desde el aporte de valor. El primer paso es la implicación de todos los trabajadores en los procesos operativos (producción y logística).

Para ello debemos conseguir que entiendan su trabajo como la ejecución y la mejora sistemática de los procesos. Nos apoyaremos en la estandarización de los procesos, el despliegue de indicadores y objetivos a nivel de grupos de trabajo ligados a procesos (GAP) y la denuncia de aquello que no funciona bien mediante un sistema de comunicación basado en reuniones eficientes.

Desde el primer momento buscaremos la implicación y motivación de los empleados, mediante la gestión de la polivalencia, policompetencia, ideas de mejora y la valoración de las personas como el recurso que asegurará la sostenibilidad de las mejoras. La mejora empieza en este momento, mediante la aplicación de las herramientas basadas en Lean Manufacturing, que nos ayudarán a optimizar calidad, costes y plazos.

A partir de ahí, debemos asegurar el enfoque a la acción mediante la erradicación sistemática de las ineficiencias. Es el momento de abordar el alineamiento de las funciones soporte (ingeniería, mantenimiento, calidad, compras…). De nuevo, la objetivación de los procesos y la definición correcta de indicadores y objetivos es esencial a medida que vamos subiendo en la organización.

El último paso es llegar al resto de funciones, mediante la aplicación de Lean Office (procesos comerciales, financieros, administración, RR.HH., IT, marketing…). La clave en este momento es asegurar que los procesos transversales a toda la organización se gestionen con el máximo rigor y maestría.

El camino es largo y por algún sitio hay que empezar. Debemos identificar un área piloto que sirva para establecer el modelo de gestión y validarlo, así como para focalizar los esfuerzos.

Es muy importante elegir un área que sea estratégica para la compañía y con potencial de mejora, que los beneficios de la implantación en el área piloto sean evidentes y cuantificables; en definitiva, que se noten en la cuenta de resultados. Una vez resuelto el problema en la primera área y establecido el modelo, la extensión al resto es mucho más sencilla y rápida.

Asegurar el despliegue y la mejora continua
A medida que vamos incorporando las diferentes áreas al nuevo modelo de gestión, debemos garantizar la mejora continua de los resultados. Mediante las reuniones diarias o semanales de revisión de indicadores (KPI) y objetivos en cada grupo y en cada departamento, aseguraremos los hábitos de reflexión sistemática, enfoque a la acción y a resultados.

La visión global estratégica de la empresa se conseguirá al llegar a los KPI estratégicos, que se revisan mensualmente y que están desplegados en cascada hasta los procesos y personas en todos los departamentos. Los objetivos estratégicos son asumidos a todos los niveles de la organización, gracias a la revisión continua de los mismos.

Una vez todo el proceso de gestión está en marcha, las revisiones de la estrategia se realizan teniendo en cuenta las mejoras que se detectan en cada proceso, con lo que el proceso de planeamiento estratégico está basado en aportaciones reales de las personas de las diferentes funciones y el compromiso en el cumplimiento es total.

Infonif Bases de datos
Dia de la dona
Ruta de las barracas Alcati

Dejar una respuesta

*